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Los vertederos y la eliminación ilegal de desechos han aumentado para hacer frente a los desechos potencialmente infecciosos de COVID-19, particularmente en los países en desarrollo, lo que agrava la contaminación plástica y las amenazas ambientales inherentes a la salud humana y animal. Se estima que 3,5 millones de toneladas métricas de mascarillas (equivalentes a 601 contenedores TIR) se han depositado en vertederos en todo el mundo en el primer año, con el potencial de aumentar los residuos sólidos municipales plásticos en un 3,5 %, alterar la composición del biogás y liberar 2,3 × 1021 microplásticos a lixiviados o ambientes adyacentes, en los próximos años. Este documento revisa los desafíos planteados en el escenario de la pandemia en los vertederos y analiza las posibles implicaciones ambientales y de salud que podrían alejarnos de los objetivos sostenibles de la ONU para 2030. Además, destaca algunas tecnologías innovadoras para mejorar la gestión de residuos (desde la recolección hasta la eliminación, reducción de residuos, esterilización) y mitiga la fuga de plástico (enfoques de control de emisiones, aplicación de herramientas biotecnológicas y de monitoreo/computación) que pueden allanar el camino hacia la recuperación ambiental. COVID-19 eventualmente disminuirá, pero si no se toman medidas a corto plazo hacia políticas plásticas efectivas, reemplazo de plásticos por alternativas sostenibles (por ejemplo, plásticos de base biológica), mejora de los flujos de gestión de desechos (priorizando enfoques flexibles y descentralizados), y una mayor conciencia y responsabilidad del público en general, las partes interesadas, las industrias; pronto alcanzaremos un punto de inflexión en los entornos naturales de todo el mundo.
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